
El
maltrato a las personas mayores supone una vulneración de su dignidad y
derechos. Los mismos mínimos de educación, respeto y dignidad que
exigimos para nosotros debemos reclamarlos de forma rigurosa para
nuestros mayores; no pueden obviarse por el hecho de que algunos mayores
necesiten ayuda o estén en situación de dependencia económica,
funcional, o de otras.
Esos mínimos de respeto y dignidad son fundamentalmente:
• Tratar con respeto y escuchar de modo activo al mayor.
• Fomentar su participación.
• Garantizarle el mayor grado de independencia y autonomía.
• Promover recursos que le hagan mantener su esencia social y evitar la soledad y el aislamiento.
• Respetar su opinión, especialmente en cuestiones que inciden en su propia vida.
• Respetar su intimidad y protegerle de abuso, reclusiones, negligencias y malos tratos físicos.
Ha esta edad merecen respeto, consideración nuestro cariño porque han dado lo mejor de sí y demos gracias a Dios por llegar tan lejos en la vida.
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