Esta heroína se dedico desde muy joven a la causa independentista y tuvo una vida signada por las tragedias.
A finales de diciembre de 1814, Luisa Cáceres contrae nupcias con Juan Bautista Arismendi a la edad de quince años.
Para septiembre de 1815 las autoridades españolas ordena la captura de su esposo quien se escapa con uno de sus hijos y se refugian en las montañas del Cerro Copey.
Luisa Cáceres es tomada como rehén para doblegar a su esposo por los realistas quienes pretendían usarla para conseguir la rendición de sus esposo.
Esta noble mujer paso mucho tiempo prisionera del ejercito español, y estando allí en el Castillo de Santa Rosa el 26 de enero de 1816, abortó a su primera hija por las malas condiciones del calabozo donde se encontraba.
Tiempo después es trasladada al fortín de Pampatar donde permanece unos días , antes de ser enviada a la prisión de la Guaira y finalmente al Convento de La Inmaculada Concepción en Caracas donde permanecerá como prisionera desde el 22 de marzo de 1816.
Durante el tiempo que duro en el convento la mantuvieron incomunicada sin tener noticias de sus familiares. Posteriormente con los triunfos de las fuerzas republicanas comandadas por su esposo el Coronel Arismendi y por el General José Antonio Páez en Apure, determinan que fuese trasladada a la ciudad española de Cádiz donde es embarcada el 3 de diciembre de 1816. El barco donde viaja es atacado por un buque corsario y este la deja abandonado junto a los pasajeros en la Isla de Santa María en Las Azores. Finalmente llega a Cádiz el 17 de enero de 1817 y es presentada ante el Capitán General de Anda lucia. Después de un tiempo se fuga de Cádiz con la ayuda de Francisco Carabaño y el inglés Mr. Tottam; y el 3 de mayo de 1818 llega a Estados Unidos donde conoce a la familia del Almirante patriota Lino Clemente. Asimismo conocida la noticia por el Coronel Arismendi envia a el Coronel Luis Rieux, para visitar a Luisa y trasladarla hasta La Isla de Margarita donde arribó el 26 de 1818.
Finalmente, el 19 de septiembre de 1819, el Consejo de Indias dicta una resolución que le concede la libertad y fija su residencia donde desee. Se residencio en Caracas hasta el final de sus días cuando muere el 2 de junio de 1866 a la edad de 67 años despues de haber visto a su patria libre.
Sus restos reposan en el Panteón Nacional desde 1876 respectivamente.
Durante el tiempo que duro en el convento la mantuvieron incomunicada sin tener noticias de sus familiares. Posteriormente con los triunfos de las fuerzas republicanas comandadas por su esposo el Coronel Arismendi y por el General José Antonio Páez en Apure, determinan que fuese trasladada a la ciudad española de Cádiz donde es embarcada el 3 de diciembre de 1816. El barco donde viaja es atacado por un buque corsario y este la deja abandonado junto a los pasajeros en la Isla de Santa María en Las Azores. Finalmente llega a Cádiz el 17 de enero de 1817 y es presentada ante el Capitán General de Anda lucia. Después de un tiempo se fuga de Cádiz con la ayuda de Francisco Carabaño y el inglés Mr. Tottam; y el 3 de mayo de 1818 llega a Estados Unidos donde conoce a la familia del Almirante patriota Lino Clemente. Asimismo conocida la noticia por el Coronel Arismendi envia a el Coronel Luis Rieux, para visitar a Luisa y trasladarla hasta La Isla de Margarita donde arribó el 26 de 1818.
Finalmente, el 19 de septiembre de 1819, el Consejo de Indias dicta una resolución que le concede la libertad y fija su residencia donde desee. Se residencio en Caracas hasta el final de sus días cuando muere el 2 de junio de 1866 a la edad de 67 años despues de haber visto a su patria libre.
Sus restos reposan en el Panteón Nacional desde 1876 respectivamente.
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